Cims de Porrera 

En 1996, Cims de Porrera nace de la preocupación por el abandono de la viña centenaria y autóctona de Porrera (Cariñena y Garnacha) que crece en suelos de pizarra, a una altitud de entre 350-600 metros, un desnivel en pendientes de un 40-50% y una producción media de 300-500 gr. de uva por planta. Las difíciles condiciones de trabajo, junto con la baja rentabilidad económica que obtenían los viticultores, hicieron que la gente del pueblo fueran abandonando esas viñas. La iniciativa para la recuperación de éstas y la apuesta por vinos de alta calidad se puso en marcha junto con los socios de la Cooperativa del pueblo, a quien Cims de Porrera les compra la uva. El resultado del trabajo de la Familia Pérez y de los viticultores que durante generaciones han trabajado esas tierras, es Cims de Porrera "CLÀSSIC": un camino de reconocimiento hacia lo que nosotros entendemos por "la propia expresión del Priorat".